“Hoy quiero que mis palabras vuelen más arriba de debajo de mi falda y se asienten en tus manos, no sé en que Universo, si paralelo o lejano, pero seguro que en tus manos. No las juntes para rezar ni para pedir que te quiera a la mitad, que este cariño imperfecto e incompleto ni anda ni vuela, tan sólo sigue reinando detrás de la barra de tu bar”
Al pasar sus manos por mi rostro, sentí lo intenso que eran para mí sus manos, en medio de su soledad y el frío más de la vivencia que da el vidrio embustero de la noche.
Que ganas tuve de decirle que pronto pasaría. Habría sido una gran mentira, de decirle que otra cosa es acostumbrarse, vivirlo y volver a caminar, que no hay que partir para perdonarse, para dejar las culpas y ver hacia atrás sin dolor.
Con más experiencia que el resto de todos sus pares, yo sé que renacerá en un mundo nuevo, donde otro cuerpo lo acompañe, guardando sin el saberlo lleva sueños de una esencia que florecerá como el mejor de los jardines, sólo después del dolor con el cual sigue respirando y sin merecerlo le sigue atrapando, con ese dolor que yo me llevé en mi frágil alma para poder aliviarlo.
Entonces preferí hacerle caricias en su rostro, suavecito y con cuidado, compartiendo su penita, tal vez porque yo vivo lo mismo, sin hablarlo sé que es exactamente lo mismo que le pasa a este Niño azul de Ojitos tiernos.
Con ganas infinitas de abrazarlo y no discrepar más ante la amistad entre los sexos, con tristeza de guardar el secreto ante sus ojos de sentirme de su alma ya desalojada,,….. seguí con mis manos en su pelo.
Mientras ……..en silencio le gritaba, que un día no tan lejano, esos Ojitos Tristes y tiernos, van a amar en serio.
Amar con la grandeza que guarda su brillo pese al momento de tristeza, que le parece toda una vida. Tampoco pude decírselo, por eso aquí se lo escribo.
Esos Ojitos Tristes, que a pesar de todo nunca perdieron su brillo, van a bailar con la mujer que quiera, y sus colores cambiaran de gris a violeta, luego en conjunto con sus sueños llenaran las noches de soledad de hoy, dando paso a millones de arco iris, donde brincando estará su esencia, esa esencia pura, llena de detalles. Descubrirá lo que es tener una mujer, vibrar, amar y volver a vivir.
Sólo puedo prometerle desde lo más profundo de mi alma que más temprano que tarde renacerá en su arco iris maravilloso, con sus colores y con quien decida amar, es cierto que el amor llega, pero debe saber que el cuidarlo es tarea de todos los días en lo sutil de su esencia.
La vida nos muestra con golpes, lo que no vemos día a día, pero al pararte serás más grande, pues ya has descubierto que al re-mirar después de la caída, todo es diferente y más importante de lo que fué.
Mis manos estarán siempre cuando necesite caricias, yo recurriré a las suyas cuando quiera un regaloneo dulce, y sin prisas. Ahí estará con más brillo en los ojos antes tristes y hasta tal vez con la tristeza transmutada en real esperanza.
Responder